viernes, 9 de mayo de 2014

CURIOSIDADES RESPECTO A LA OLOR DE LOS BEBES

1) INTRODUCCIÓN:

Este tema me ha resultado muy interesante y peculiar al descubrir como los recién nacidos pueden reconocer a su madre simplemente por el olor y ver que los bebés son capaces de llegar a succionar el pecho de ella sin haberles enseñado. También se puede observar la unión que hay entre ambos.

2) DESARROLLO:

Los recién nacidos aprenden el olor de su madre para alimentarse
Cuando un bebé nace se recomienda que pase los primeros momentos con su madre, en contacto piel con piel, para que esté tranquilo y para que haga la primera toma de pecho. Los bebés, si les dejan, son capaces de reptar a su madre hasta llegar al pecho y de succionarlo, todo ello sin que nadie les haya enseñado.

 
Científicos del Wellcome Trust Sanger Institute, en el Reino Unido, han querido descubrir cuál es el mecanismo que hace que los bebés empiecen a succionar y a mamar y han descubierto, pese a que el estudio lo han hecho con ratones (no sé si los resultados serán extrapolables, aunque ellos lo hacen), que los bebés se alimentan de sus madres porque han aprendido su olor mediante el líquido amniótico.

El olor de los bebés es tan adictivo como la droga

Para una madre no hay sensación más placentera que sentir el olor de su bebé. Es tan intensa que tenía que tener una explicación científica, y la tiene. Un estudio ha demostrado que el olor de los bebés es tan adictivo como la droga, pues activa el sistema neurológico en las madres, concretamente la parte del cerebro donde reside el deseo.

Cuando una mujer está cerca de un bebé y siente su olor se genera una reacción biológica natural, vinculada a las funciones maternas, aún cuando esa mujer no sea la madre

El estudio ha sido llevado a cabo por el doctor Johannes Frasnelli, de la Universidad de Montreal, quien estudió dos grupos de 15 mujeres, uno de madres recientes y el otro de mujeres sin hijos Se midieron en ellas las reacciones que sufrían sus cerebros al estar en contacto con pijamas de recién nacidos.

Pudieron demostrar que al sentir el olor de un bebé se ponen en marcha los mismos mecanismos que se activan cuando un adicto consume droga o cuando una persona muy hambrienta come.

Ese olor tan particular que tienen los recién nacidos tiene su por qué. Cumple la función de establecer una relación química con su madre, como una especie de llamador que genera en el cerebro de la madre una necesidad biológica de brindar protección y alimento a su cría.

Así como las miradas y la voz, el olor corporal (de ambos) es una forma de conexión más entre la madre y su bebé.

Cada vez queda más evidente nuestra condición de mamíferos, cómo venimos programados naturalmente para tener comportamientos de amor y proteccción hacia nuestros hijos, aún cuando se pretenda racionalizar con métodos de crianza o distraer con artilugios, está claro que la maternidad responde al instinto.

Lo curioso es que además con el olor del bebé se experimenta la misma necesidad que alguien enganchado a las drogas: siempre se quiere más.

Un estudio ha determinado que se produce una reacción biológica natural vinculada a las funciones maternas, incluso en mujeres que aún no han tenido hijos


El olor de un bebé activa los mismos mecanismos de adicción que la droga o el tabaco

El olor de un bebé puede crear en una una mujer la misma adicción que experimenta alguien enganchado a las drogas. El olor de un recién nacido sirve, entre otras cosas, para que madre e hijo conecten de una manera química, y reporta al cerebro la misma sensación que comer o tener relaciones sexuales.
 

El doctor Johannes Frasnelli, de la Universidad de Montreal, ha declarado que lo que han demostrado por primera vez «es que el olor de los recién nacidos activa una parte del sistema neurológico en las madres». «Estos circuitos se activan especialmente cuando comes después de estar muy hambriendo, pero también cuando un adicto consume droga. Es donde reside el deseo». El doctor estudió dos grupos de 15 mujeres -uno de madres recientes y otro compuesto por mujeres sin hijos- y las reacciones que sufrían sus cerebros al estar en contacto con pijamas de recién nacidos.

La reacción en el cerebro observada fue similar, tanto en el grupo de madres como en el grupo de las que nunca lo han sido. Solo un mecanismo que conlleve una determinada recompensa -como la comida o la satisfación de cumplir un deseo- causa esta activación en el cerebro. El estudio muestra que el olor de los recién nacidos tiene un papel determinante en el desarrollo de respuestas motivacionales y emocionales, y que actúa de intermediario entre madre e hijo: ayuda al desarrollo de las funciones maternas, como la lactancia y la protección.
¿Qué importancia tiene el sentido del olfato en el bebé recién nacido?

Desde muy pequeños, los bebés son capaces de reconocer el olor de su madre. También es cierto que las madres pueden reconocer a sus hijos por el olor desde muy pronto. Algunas especies, como ciertos roedores, reconocen a sus crias exclusivamente por el olor. Los humanos, por nuestra parte, nos apoyamos además en la vista y el oído.

Los bebés son capaces de reconocer el olor de su madre. Si una mujer se lava un pecho y el otro no, su hijo en medio de ambos se dirigirá al que no ha sido lavado y conserva el olor de su madre.

Si se pone un empapador con leche de su madre a un lado de la cabeza y otro procedente de otra mujer en el otro lado, el bebé girará la cabeza al de su madre sin ninguna duda. Aunque al parecer no se giran al simple olor de la leche sobre un empapador que no ha sido usado. Es decir, reconocen el olor propio de la madre, no el de su leche.

También es cierto que las madres pueden reconocer a sus hijos por el olor desde muy pronto.

Algunas especies animales reconocen a sus crías por la vista (como la cebra), otras por el oído (como los murciélagos, las focas, los pingüinos) y otras muchas, por el olfato, llegando a rechazar, abandonar e incluso devorar a los que ellos consideran "intrusos" (como ocurre con el hámster).

Las madres humanas utilizan los tres sentidos (vista, oído y olfato) para la identificación de sus bebés. Y también son capaces de atender de forma similar a otros bebés aunque no sean los suyos (como ocurre con las madres adoptivas o las nodrizas).

3) CONCLUSION:

Para finalizar diríamos que los recién nacidos tienen un olfato muy desarrollado ya que son capaces a través de él de reconocer a su madre por el olor, se puede observar la capacidad para distinguir y diferenciar los diferentes olores. Podemos ver también que cuando los bebés se alimentan del pecho de la madre, él está en contacto con la piel de ella y comprobamos como succionan sin que nadie les haya enseñado a ello, quizá por esta razón y por haber estado en su interior crea un vínculo muy íntimo con su madre y viceversa. Por último, cabe decir que un bebé cuando toma biberón no tiene el mismo roce con su madre puesto que se lo puede dar cualquier otra persona, a diferencia de los recién nacidos que succiona el pecho de la madre y este está más en contacto con ella y por tanto tienen el olfato más desarrollado hacia la madre ya que cada persona tiene un olor diferente y característico. Observamos también que los bebes distinguen varios sabores como son el agrio, el dulce, amargo y el salado, aunque prefieren el dulce. A través de ellos son capaces de identificar la localización de los olores y si este es desagradable, suelen protegerse, pero sobre todo tienen atracción sobre el olor de la leche materna. Descubrimos también que según sus olores reaccionan de diferentes maneras. Podemos decir, que la detención de olores es útil como forma de efectuar algunas distinciones entre materiales, obtener claves de orientación de su entorno y marcar la proximidad de las personas.

Por todas estas razones es importante potenciar todo esto para que complemente su conocimiento del ambiente y entorno.

Si teneis alguna pregunta, animaros a comentar :D

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